LA TRIBUTACIÓN COMO UN REQUISITO DE
CONVIVENCIA CIUDADANA
La tributación de un país es
producto de la combinación de varios factores. Uno de ellos es su historia y el
Perú, más que ningún otro país, se ha caracterizado por poseer una historia muy
rica en ese aspecto. A pesar de la desaparición de los antiguos sistemas
tributarios incaicos y coloniales, y del fin de la llamada República
aristocrática (Basadre, J.), todas estas formaciones y normas sociales aún
prevalecen en la conciencia colectiva de millones de peruanos.
Actualmente, para tributar
tenemos a nuestra disposición una serie de herramientas virtuales y
facilidades, para que aquellos contribuyentes que cumplan sus obligaciones voluntariamente,
lo hagan al menor costo posible.
A los ojos del ciudadano común,
la tributación aparece como una obligación que se cumple en dos actos: declarar
y pagar, lo que ya se puede hacer por Internet durante las 24 horas del día.
Pero para quienes toman decisiones, establecen la política tributaria, formulan
y aprueban las normas tributarias (es decir, los poderes legislativo y
ejecutivo) la tributación es un proceso de toma de decisiones en donde se pone
en juego muchos intereses sociales y particulares; los que deben coincidir en
ideas.
También es una tarea compleja que
requiere variadas competencias profesionales, la SUNAT que se encargan de
organizar la recaudación y la fiscalización, crear los modernos sistemas de
declaración y pago, virtuales; especialmente al adecuar todos los sistemas
cuando se producen procesos de reforma y mejora del Sistema Tributario.
Cotidianamente, en la vida del
ser humano, ocurren hechos de diferente naturaleza que la ley moderna los
considera algunos de ellos como hechos civiles (por ejemplo, el nacimiento, la
muerte, el matrimonio), a otros como hechos penales (por ejemplo, la
apropiación ilícita, la defraudación, el homicidio) y también existen los
hechos económicos (por ejemplo, la
celebración de un contrato de comercio, la venta de un bien, el pago de un
salario). Todos los hechos descritos se dan en un escenario que ha sido constituido
por los propios ciudadanos y que gracias a su aporte es administrado y
mantenido por el Estado.
De esta manera, los hechos o las
actividades económicas que desarrollan los ciudadanos para obtener ingresos,
para adquirir su patrimonio o para consumir, son posibles porque existen
servicios públicos, seguridad jurídica, dependencias públicas y privadas e infraestructura;
además de normas legales y regulación de la actividad social y económica.
Todo esto lo brinda el Estado,
que requiere de recursos para poder funcionar. Los recursos provienen,
fundamentalmente, de los tributos que pagan los ciudadanos.
Fuente: SUNAT
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